Ahora la historia cambia de protagonista para ponernos en la piel de James Sunderland, quien acaba de recibir una carta de su mujer diciéndole que le espera en Silent Hill. Esto sería totalmente normal, si no fuera porque su mujer ha muerto hace tres años. Tras el vuelco inicial que sufre, James se pone en camino y la historia está servida. Una historia que estará llena de sorpresas y de incógnitas, que solo se resolverán al final. Una muy buena historia, tal y como nos tiene acostumbrados Konami. ¿Pero como es posible que un simple videojuego pueda llegar a meternos en su argumento casi más que la propia realidad?. Porque así es, y todo parece tan real, y a la vez tan fantástico, que no se sabe bien en que momento termina el mundo real y empieza el mundo de Silent Hill 2. Desde los magníficos gráficos, hasta el impresionante sonido nos envolverán para crear una atmósfera de angustia que pocas veces habrás notado. No importa los libros de Stephen King que hayas leído, o las películas de Alfred Hitchcock que hayas visto… hasta ahora no habrás sabido lo que era el miedo… prepárate para conocerlo. Bienvenido a Silent Hill… de nuevo.
Nuevamente estamos ante una obra maestra de los videojuegos. Un producto que eleva el género hasta consagrarlo de la misma manera que puedan estar otros entretenimientos como el cine o la música. Un juego que nadie, excepto los que padezcan del corazón, debería dejar pasar.